miércoles, 12 de enero de 2011

LA CASA DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ EN MOGUER


La casa de Juan Ramón Jiménez de Moguer es una casa como cualquier otra típica de Andalucía. Ahora la casa está convertida en museo, a causa de la importancia del autor. Su casa es muy similar a las cercanas que hay junto a la suya.

Al entrar, en el vestíbulo hay un retrato suyo, situado en la pared; al lado de la pared hay unas escaleras, en el retrato se muestra a Juan Ramón sentado en un sillón, con mucha seriedad. Aquello es una de las cosas que más recuerdo, a mí me dio la impresión de que Juan Ramón me estaba observando. Algo sorprendente fue que hay un pequeño pozo en el vestíbulo. En la parte inferior pudimos observar dos salas, donde en una había diversas imágenes de Juan Ramón, de cuando el era niño, adolescente,… también había otra donde estaba el libro Platero y yo traducido a varios idiomas, y por último había un patio interior, pero antes de entrar hay una estatua de Zenobia, su mujer; en el patio había un fragmento de texto firmado por Juan Ramón.

Luego, subimos (mi hermano, mi madre y yo) las escaleras. Arriba se podía observar diversas salas, en las cuales se encontraba: el baño, una silla, una ventana pequeñita, lo típico pero a lo antiguo; el escritorio, con una mesa; el dormitorio, en el cual había una cama de matrimonio y unos retratos, uno suyo y el otro de su mujer; en otra sala había retratos de sus padres.

En Platero y yo al poeta, la mayor parte de la gente del pueblo le ignoraba, en cambio hoy en día Juan Ramón está por todas partes del pueblo (estatuas, calles cuyos nombres honran capítulos de Platero y yo), le preguntas a un habitante de Moguer dónde está la casa museo de Juan Ramón y te saben decir dónde, todos saben quién ha sido Juan Ramón y están orgullosos de él. En Andalucía son muy comunes los burros, ya no para trabajar sino como animales de compañía que tienen en sus campos y visitan con frecuencia.

Stephany Barreda, 14 años 3º ESO E

1 comentario:

Miguel dijo...

Me ha encantado esta pequeña descripción de la casa de Juan Ramón Jiménez. Está escrita con mucha ternura. Se nota que la vivencia fue muy positiva.