domingo, 17 de mayo de 2009

L´HOMME RÉVOLTÉ


A Carme Riera





Hoy ha muerto mamá.

Así de contundente comienza Albert Camus El extranjero. Y continúa: O quizá ayer. No lo sé.

Un comienzo gélido, distante, que marca la constante por la que se moverá Meursault, nuestro protagonista, por toda la novela. Camus imprime en él una indiferencia total ante el mundo que le rodea, ante su mundo. Vive en él como si fuera un invitado, como si lo que le aconteciese estuviera a kilómetros de distancia, como si no tuviera nada que ver con él.

He mencionado la indiferencia, sí, pero también se puede hablar de pasividad, frialdad incluso un poco de insensibilidad. Observamos que Meursault no es más que un autómata en una existencia vacía, hecho que se aprecia desde su reacción ante la muerte de su madre y que le acompaña en todo momento.

Podría casarse con María, sí, pero no lo hace.
Podría ascender en su puesto de trabajo, sí, pero “¿Para qué?”, se pregunta.

Estas cuestiones no tienen trascendencia para él, literalmente, nos lo cuenta en primera persona, hecho que resalta el distanciamiento que existe entre el propio narrador y los hechos que relata, recurso que Camus emplea con maestría.

Así continúa la vida de nuestro protagonista, viviendo cada día con la misma indiferencia que el anterior, siendo un extranjero en su propia vida. He aquí el verdadero sentido de la obra, impreso ya en su título. Pero, irónicamente, tras el asesinato del árabe en la playa, acto igual de fortuito que el resto de actos que completan su existencia, y tras ser juzgado y entrar en la cárcel, este sentimiento de extranjería comienza a desaparecer.

¿Qué hace que un hombre, viviendo en un habitáculo de pocos metros cuadrados, encerrado, rodeado de barrotes, encuentre el sentido del verano y su aroma, como le sucede a nuestro protagonista? ¿Qué hace que conozca el sentido de la libertad y añore la compañía de su novia, aquella con la que podría haberse casado, pero no lo hizo?

Ésta es la paradoja con la que nos encontramos cerca del final de El extranjero y es que Meursault no sólo llega a anhelar la libertad sino que llega a desear ser abucheado momentos antes de su ejecución. ¿Toma finalmente conciencia de su condición de extranjero?

Es así como Albert Camus logra mostrarnos a un hombre que consigue encontrar el sentido a su vida. Es por ello que nos encontramos ante una de las novelas clave del S.XX, escrita por uno de los genios de la literatura francesa, ganador del Premio Nobel de Literatura.

Patrick Oruño (19 años) 2º Bachillerato- A, 13 de mayo de 2009.

4 comentarios:

Cazadora de nubes dijo...

Excelente. Enserio, me encanta como escribe Patrick (si lo lees pues mira, ya o sabes =P).
De verdad es una de esas reseñas que consiguen que ames el libro incluso antes de leerlo.
Personalmente lo recomiendo, un buen libro con un intenso final que seguramente os invitará a reflexionar.

Cazadora de nubes dijo...

P.D. para Patrick: soy Noemí jeje que creo que no sabes que siempre me pongo el nombre de "cazadora de nubes" =)

Toni Solano dijo...

Lo leí hace años y me dejó tocado. Creo que tiene uno de los mejores inicios de la literatura, tal como lo has reseñado. Y la conversación con el sacerdote...
Un saludo.

Lucas Milián dijo...

Albert Camus, uno de mis dioses escritores. El libro sencillamente genial...